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martes, 8 de abril de 2008

¿Pequeños demonios?


Hasta hoy solo había escrito acerca de Germán, nuestro cachorrito. Les conté de su crecimiento, sus gustos, salidas y todos los logros obtenidos en estos seis meses. Pero también tengo una cachorrita de 13 años. Si, trece, nada más y nada menos. Y créanme que es una típica adolescente en todo su 1,65 cm.. Es muy difícil ser padres de un adolescente, pero también sé que es muy difícil ser un adolescente.
Ellos tienen que enfrentar las presiones de su entorno en cuanto a vestimenta e intereses. Son volubles, rebeldes, impetuosos, desafiantes. Cambian de humor de un momento a otro. La adolescencia es un periodo al que todos los padres le tenemos terror.
El culto a la amistad es típico de esta edad. Pedirán consejo y escucharán a algún amigo en vez de hablar con sus padres. Claro, nosotros somos los que los perseguimos, nos metemos donde no nos importa, les ponemos límites y como me dijo alguna vez mi hija, “que es su vida y decide ella”. Piensan que ya son suficientemente inteligentes para afrontar todos los problemas que se les atraviesan. Tendría que existir una brújula que nos pudiese orientar en la crianza de hijos adolescentes. Nunca se sabe cuando te podés acercar a hablarle sin salir disparado, como dice el dicho: “como rata por tirante”
En esta etapa no se sienten seguros de casi nada. Su autoestima puede ser fácilmente herida, necesitan sentirse aceptados por los amigos y pares. Están en una continua búsqueda de aceptación y el miedo a ser rechazados los lanza a transgredir muchas de las normas impuestas por los padres y/o autoridades escolares.
Nos ponen a prueba constantemente para ver hasta donde llegamos.
Hay días en los que me pregunto: ¿Cómo criar a mi hija sin desfallecer en la tarea, sin volverme loca?. Hay momentos en los que haría como hace Homero con Bart, la agarraría por el cuello diciéndole “pequeño demonio”. ¿Mi madre habrá querido hacer lo mismo conmigo?
Pero además de los problemas que trae acarreados esta etapa de la vida a nuestros hijos ahora se le suma la violencia que está reinando en este grupo.




Violencia adolescente o violencia

El jueves 3 de abril, en Misiones un alumno de 15 años apuñaló a su compañero después de discutir por una chica.El mismo jueves una alumna que estudia magisterio en un instituto de Posadas reaccionó violentamente porque una compañera se había sentado en su banco. Sacó un revólver y la amenazó.
El lunes 31 de marzo una chica de 13 años fue golpeada y agarrada a patadas por cinco compañeras porque es "muy linda". Le fracturaron la nariz y tuvo que ser operada.
En Mar del Plata, un chico fue sancionado y atacó a la directora.
En Santa Fe por “cuestiones sentimentales”, también ayer se pelearon dos alumnas de 12 años. Una de las chicas terminó con cortes en la cara provocados por una trincheta
El 27 de marzo un chico de 18 años fue apuñalado en el aula por un compañero.
Cinco días después, en una escuela de La Plata un alumno de 12 años agredió a trompadas y patadas a una maestra que lo había retado porque salió del colegio sin autorización.
Si nos ponemos a sacar cuentas, en una semana, siete casos de violencia y en algún caso con final trágico.

Violencia en muchos casos sin motivos aparentes. La violencia está instalada entre nuestros hijos.
Pero no solo se da esto en los colegios, en los boliches y en la calle también. Es increíble que tengamos que vivir con el corazón en la boca hasta el regreso de nuestros hijos a casa, es incomprensible.
Y uno se pregunta: ¿Qué es lo que lleva a los jóvenes a realizar acciones de esta naturaleza? ¿Qué los lleva a golpear a otro chico con tanto salvajismo? ¿Tienen conciencia del daño que pueden ocasionar?
¿Tiene la culpa el alcohol y las drogas? Pero....y los jóvenes que no consumen drogas, ni consumen alcohol o bebidas energizantes ¿por qué son violentos?
¿Tiene la culpa la familia que no se ocupa de contener a sus hijos o la que los sobreprotege? ¿Los padres perfeccionistas, los obsesivos que cargan en la espalda de sus hijos aquellos sueños que ellos no pudieron realizar, los que viven comparando?
En muchos casos no parecería ser ninguno de estos motivos. Una mirada, un estás mirando a mi novia o novio, o porque son los enemigos de su mejor amigo ¿enemigos? Si, también se cargan con los “enemigos” ajenos y esto lo escuché de la propia boca de mi hija. Solo vasta con que no le caiga bien a su amigo para que les caiga también mal a ellos y no importa si ni siquiera lo conocen
La televisión, la Playstation son también posibles factores de ocasionar violencia. Y me pregunto ¿Dónde quedaron las normas de convivencia que se nos enseñaron y machacaron durante todos los años de colegio? ¿Dónde quedó el respeto por la autoridad? En mi época, que ojo, no es tan lejana, cuando uno traía una nota por mal comportamiento nuestros padres preguntaban que habíamos hecho y por qué. Y cuando se acercaban al colegio era para hablar con el maestro y encontrar juntos una solución. Pero “jamás” insultar o pegar al maestro. ¿A quién se le hubiera ocurrido semejante cosa?
Pero parece que hoy en día esto es normal. Hace uno días un chico de 12 años fue sancionado por salir del colegio sin autorización y le pegó a su maestra a la salida de clases delante de otros chicos y padres. ¿Qué hizo la madre de este chico en una entrevista por TV? Minimizó todo lo sucedido.

Cuando un padre opta por golpear a un maestro por haber sancionado a su hijo le está enseñando a ser violento.


Son todos dragadictos...

Esto es lo que muchas veces escuchamos de gente a la que le gusta generalizar, meter a todos en la misma bolsa.
Pero no siempre la culpa la tiene la droga, el alcohol o los energizantes.
Tampoco tiene la culpa la TV y la Play.
Creo que sí tenemos la culpa los padres cuando no ponemos los límites. Y sí los ponemos debemos hacerlos cumplir. Sí tenemos la culpa los padres cuando dejamos a nuestros hijos solos frente a la TV, PC o Play, sin supervisar lo que están viendo o jugando o con quién están en el chat.
Sí tenemos la culpa por dejar toda la educación en manos de la escuela. Hay cosas que se enseñan a un pequeño, incluso antes del jardín, en el seno familiar. Esas “cosas” se llaman “valores morales”. Y los enseñamos nosotros, los padres, quienes cotidianamente y hasta a veces con un simple acto como ejemplo se los transmitimos.
Y me sigo preguntando ¿Dónde quedaron estos valores? Para aquellos que no los conozcan se los voy a presentar ya que hoy no están muy de moda. Ellos son: Honradez, honestidad, ética, solidaridad, misericordia, humildad, generosidad, gallardía, nobleza, amistad, valentía, humanidad, integridad, tolerancia, lealtad, trabajo, responsabilidad, etc.
Esta transmisión de valores hará de nuestros hijos personas valiosas para la sociedad.



“Los adolescentes son el reflejo de la sociedad adulta”
José Luis Casillas, presidente de la Asociación Castellano Leonesa de Psicología y Pedagogía.

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