El plomero
También conocido como fontanero, gasfiteros, gásfiters, ductero o tubero.
Cada vez que en nuestra casa gotea una canilla, tenemos una pérdida en una tubería o mancha de humedad recurrimos a uno de estos.
El plomero forma parte de una elite de personajes similares a los salidos de una película de terror. De terror por como trabajan, de terror como te dejan todo al terminar el trabajo y de terror como te cobran.
Un plomero te faja más al cobrarte que lo que lo hicieron las enfermeras después de parir.
Ya quisiéramos que fueran como el famoso plomero de los videojuegos , que se mueve ligeramente, no ensucia y usa una vestimenta que no permite dejar a los cuatro vientos sus partes escatológicas. Partes que son más conocidas que algunos de los candidatos de las listas electorales.
Cierta vez llamé a uno por una canilla del baño que no paraba de gotear. Entró, miró la canilla goteante como si fuera una bomba de nitroglicerina y dio su diagnóstico. Semejante a un cirujano frente al paciente al que le tiene que decir que le tiene que extraer un tumor, este otro me dijo: “Ah, pero éshto e´, éshto é de última generació y con mi yave le rompo todo, se necesita una pinza especia”
Otra vez llamamos a un plomero gasista porque teníamos problemas con el calefón. Un calefón es una cosa muy delicada y si se llamaba a un don nadie podría estar escribiendo este post desde arriba de una nube. Así que hice uso de mis conocimientos de Tácticas y estrategias de la guerra - mucho TEG, jajaja-.y llamé al que me recomendó mi suegra.
Nos dijo que tenía que cambiar una pieza que ya ni me acuerdo lo que era pero de seguro lo podía conseguir en el supermercado chino de la esquina de casa, pero claro, este señor estudió para esto y a mi me tenía que hacer creer que se vendía a precio dólar. Y ¿qué les puedo cobrar chicos? Suerte que mientras él hacía su trabajo Matías y yo, mediante una armoniosa conversación, le dejamos en claro que no teníamos un peso partido por la mitad, que si no, nos lo cobraba en euros.
Una inolvidable.
Una tarde saliendo de mi habitación hacia el pasillo que comunica a todas las habitaciones descubro que igual que una lágrima corre lentamente por una mejilla caía un hilito de agua por la pared. Venía del departamento de arriba. Corro inmediatamente a decirle al encargado del edificio para ir juntos a avisarle a nuestros “amigables” vecinos del piso de arriba. Como les dije, siendo tan amables se hicieron los reverendos boludos. Se llama al plomero contratado por el consorcio, el mismo “ingeniero hidraúlico” que me dijo que mi grifería era de última generación, y con el mismo aplomo de aquella vez dijo: “Eshto, esh no es nada”. A las 3 de la madrugada en mi pasillo tenía un salto de agua igualito a uno de las cataratas del Niágara. Digan que no daba pa fuente de Feng Shui por ser muy ruidoso que si no, le ponía unas plantitas y piedritas de colores y me sentaba a meditar.
Cuando me mudo de departamento llamo a otro para que haga una revisión de los artefactos del baño porque la grifería no funcionaba muy bien. Llamé, llamé y llamé hasta el cansancio a uno muy recomendado y supuestamente con mucho trabajo y difícil de ubicar. Cuando me contacte con el supuesto erudito y Rey de la plomería hicimos una cita. Todavía lo estoy esperando al muy hijo de p...
Para mi que es una conspiración entre mi marido y las fuerzas del universo para que estudie plomería y así verme la raya cuando me tiré a arreglar el bajo mesada.
1 comentarios:
jajaja si suele pasar, yo soy plomero y t epuedo asegurar que almenos en mi caso trato de no dejar mi area de trabajo como campo de batalla de la segunda guerra mundial asi qie no te preocupes no todos somos asi ajaja
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