Hace unos días atrás salimos de compras con Maty y Germán. Como terminamos tarde con las compras y era domingo (0 ganas de llegar a casa y preparar la cena) fuimos a cenar a un restaurant que cuenta con espacio de juegos para niños.
Todo marchaba bien y el ambiente era
muy ameno hasta que nos vimos siendo observadores directos de algo
que me hizo hervir la sangre. A unos metros de nuestra mesa se
encontraba un matrimonio mayor con una nena de no más de 6 años. La
madre le dio varios golpes a la nena mientras le preguntaba: “¿Por
qué pegas? ¿Por qué le pegas a los nenes? Al tiempo que su padre
decía “No se de quién habrá aprendido a hacerlo”
No me pude contener y en tono elevado
dije: “¿Pues de quién va a ser?”
Al rato se fueron y la verdad me quedé
pensando qué será de esta criatura todos días y pasan los días y
ya ven, sigo pensando, por eso escribo este post.
Seguimos con la cena y, una vez que
terminó con su comida, Germán volvió a jugar al pelotero.
Estabamos en una amena charla con Maty cuando se acerca un padre y le
dice a Maty: “Disculpame, tu hijo le está pegando al mio”. Nos
levantamos y acercamos al sector de juegos y pudimos ver que el hijo
de este señor tenía unos 10 años, medía aproximadamente 1,30
mts.. Para empezar los sectores de juegos son para niños de hasta 5
años (+/- 1 año) y a la entrada hay un medidor de altura de hasta
solo 1,20 mts., más de esa altura no pueden ingresar. Igualmente
Maty se acercó a Germán y le preguntó que pasaba. Germán dijo que
este nene estaba pegando y por eso él pegó, a lo que nosotros le
dijimos que no tiene que pegar, si tiene un problema tiene que venir
a decírnoslo. Pero las leyes justas para todos, advertencia para
Germán y el otro niño debió salir del pelotero.
En otras épocas estaba bien visto que
los niños fueran golpeados por sus padres, abuelos, tíos y hasta
incluso por los maestros. Siempre en nombre de la buena educación y
la disciplina. Al igual que los sacerdotes bendicen las armas de los
soldados para ir a la guerra a matar otros seres humanos, todo en
nombre de Dios y la paz mundial. Pero... ¿ Se puede combatir la
violencia con más violencia?
A un niño que se va de manos con otros
niños hay que hablarle y explicarle que las cosas no se arreglan a
golpes, que los problemas o diferencias se resuelven con el diálogo.
Seguramente muchos de nosotros fuimos
criados a los golpes porque nuestros padres son de otras épocas en
donde esto era bien visto pero no quiere decir que debamos seguir con
ese linaje, podemos y debemos luchar contra los impulsos de darles un
cachetazo o nalgada cuando en ocasiones nos sobrepasa la situación.
Es terrible ver niños que cuando se
alza un brazo delante de ellos adoptan una posición de defensa y
cubren su cabeza con la mano. Hay niños que reciben palizas feroces
para que aprendan la lección que sus padres le quieren dar, pero lo
único que aprende este niño es a tener miedo, terror y a mentir
ante el primer error cometido para no volver a tener que recibir
golpes.
Sepan padres golpeadores que sus hijos
en estos momentos son criaturas indefensas ante sus castigos físicos,
pero un día serán ustedes ancianos indefensos y sin fuerzas y
estarán a la merced de adultos que fueron criados a los golpes desde
niños.
Imágenes desde:
Campaña preventiva del maltrato infantil
UNAD
http://alcazarmoran.over-blog.es/article-si-le-levantas-la-mano-a-tu-hijo-108727278.html
1 comentarios:
No Nancy, que horror !!!
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