Ayer 25 de Junio a las 11:04 hs., bajo el signo de Cáncer nació mi nueva sobrinita. Todos pensabamos que nacería el jueves, pero como bien se sabe estos asuntos por lo general nunca salen como se los tienen planeados, y el miercoles recibimos un llamado avisándonos que ya ya ya nacía. ¡Aaaaahhhhh, move, move, move! (esta soy yo dando ordenes).
Imagínense las corridas. Cambiarse Maty, cambiarme yo y cambiarlo a Germán. Preparar el bolso del peque, pañales, óleo, algodón, leche en povo, el termo con agua caliente para la leche, etc, etc, etc,. Algún día terminamos saliendo. Hubo nervios, corridas y olvidos, como mi teléfono celular por ejemplo. Obvio que no fue la mejor ocasión para dejarlo olvidado, sobre todo cuando sos la persona a la que van a estar llamando tus padres que viene del otro lado de la General Paz. Igualmente mi mamá se enteró a las nueve de la mañana y llegó a las dos de la tarde. Claro, se tenía que bañar, perfumar, maquillar y hacerse el brusing, no sea cosa que la nieta la viera toda desarreglada. Al que no le causó mucha simpatía esa otra personita fue Germán, lo demostró ignorando a su tía cuando tenía a la bebé en brazos o queriendo estar a upa conmigo cuando yo la cargaba. Igualmente se portó como un rey, no hizo capricho alguno y comió y durmió sus siestas re bien, además de estar de muy buen humor. Claro, ni la abuela ni los tíos jamás dejaron de mimarlo a él también.
Imagínense las corridas. Cambiarse Maty, cambiarme yo y cambiarlo a Germán. Preparar el bolso del peque, pañales, óleo, algodón, leche en povo, el termo con agua caliente para la leche, etc, etc, etc,. Algún día terminamos saliendo. Hubo nervios, corridas y olvidos, como mi teléfono celular por ejemplo. Obvio que no fue la mejor ocasión para dejarlo olvidado, sobre todo cuando sos la persona a la que van a estar llamando tus padres que viene del otro lado de la General Paz. Igualmente mi mamá se enteró a las nueve de la mañana y llegó a las dos de la tarde. Claro, se tenía que bañar, perfumar, maquillar y hacerse el brusing, no sea cosa que la nieta la viera toda desarreglada. Al que no le causó mucha simpatía esa otra personita fue Germán, lo demostró ignorando a su tía cuando tenía a la bebé en brazos o queriendo estar a upa conmigo cuando yo la cargaba. Igualmente se portó como un rey, no hizo capricho alguno y comió y durmió sus siestas re bien, además de estar de muy buen humor. Claro, ni la abuela ni los tíos jamás dejaron de mimarlo a él también.
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