Finalmente, después de una larga temporada en el "Edificio del Terror" (edificio en el cual vivimos dos años), nos mudamos a nuestro nuevo departamento. Esta es la principal razón por la cual estuve ausente en el blog por estos días.
Por fin dejaré de cruzarme por los pasillos con el encargado siniestro cual criatura de ultartumba aparecía y desaparecía dejándote una sensación de escalofríos, dejaré de tener que verles la cara a los otros copropietarios que no son ni más ni menos que muertos vivientes, son como almas que vagan sin paz entre dos mundos, el real y el del Edificio del Terror. Nuestra misión fue evadir y sobrevivir a cada uno de estos especímenes. Y si no, miren la galería de personajes, igualitos a cualquiera de tus películas favoritas de terror:
Frankenstein: uno de mis vecinos del piso. Nunca supimos quien de los otros copropietarios fue su mentor.
Los Vampiros: mis jovenes vecinos del piso de arriba, obvio que su vida es nocturna.
El Zombie: "el portero" y no eléctrico sino que a cuerda funciona el muy turro, es un completo inútil para resolver cualquier cuestión. Nunca podrá aspirar a la categoria de encargado de edificio ya que no hace ninguna de las tareas que le competen a estos.
La Momia: las había de todas partes del mundo, del Antiguo Egipto, Chilenas, Peruanas y Tibetanas. La vecina del primer piso era la más vista pero no podría asegurarles nada de su orígen.
El Dr. Jeckill and Mr. Hyde: el administrador el cual escuchaba tus reclamos atenta y gentilmente y cuando te cobraba las expensas -mandando a su lacayo, el Zombie- te daba a por culo.
El Hombre Lobo: vecino del primer piso (nunca supimos si los pelos en el ascensor eran de él o su mascota).
Las Ánimas: espíritus del edificio que lo único que solían hacer era dejar abiertas las puertas del ascensor en distintos pisos y hacer que el mismo funcionara por si solo.
Estos son los personajes más representativos.
Por suerte un sábado soleado de junio fuimos patre de una ceremonia de exorcismo.
¡Ojo! que los sonidos guturales y las puteadas infernales no eran por estar poseida, esas son parte de mi vida misma.
Cada cosa en su caja
Bueno, esa era la idea, guardar cada cosa en su caja y etiquetarla, pero cuando llev´s horas embalando, son las cinco de la mañana y en cuatro horasviene la empresa de mudanzas, metes las cosas en la primer caja con espacio o huequito por donde puedas introducir el objeto en cuestión a presión. Por supuesto que como no etiquete ni una caja no se ni lo que tiene cada una y lo que podría estar rompiendo y lo que podría ser la primer pelea en el nuevo departamento al momento de desembalar.
Además de etiquetar bien las cajas otra de las reglas par una mudnza ordenada es la de guardar lo más pesado -como libros- en cajas pequeñas. ¡Ups! ¿Era en cajas pequeñas?
Creanme, las cajas más grandes eran las de los libros. Obvio que lo de las pautas para la mudanza ordenada lo encontré por ahí, en la web cuando ya había desembalado todo. Ahora el tema de las cajas; conseguir una en esta Buenos Aires es casi practicamente tener que agarrarse a trompadas con un cartonero. Por donde mires hay uno. Hay veces en la que me da la sensación que emergen del suelo como los extraterrestres de "Guerra de los mundos" y arrasan con todo el cartón de Capital Federal.
El día del traslado la tensión, ansiedad y agotamiento me ganaron y en un momento entre idas y venidos de los hombres llevando los trastos me senté sobre la mesa ratona y me quedé profundamente dormida. Por suerte desperté antes que me llevaran con mesa y todo.
Pero como no hay mal que por bien no venga, puedo felizmente afirmar, que el lunes 7 de Junio nos instalamos en nuestro nuevo hogar, y que hogar.
Edificio del Terror.
Visitas guiadas de Lunes a Viernes, después de las 10 am., por supuesto, ya que el Zombie no trabaja antes de esta hora y hasta las 12 am., tampoco trabaja despúes de esta (conducta aprobada por los otros monstruos).
Entrada libre y gratuita. Salida por sus propios medios. Lleve su propio padre Merrin (El Exorcista).
Informes al: 0800-666-TERROR.Volver atrás
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