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lunes, 2 de marzo de 2009

Y se me volaron los pájaros.

El clima en nuestra casa la semana pasada.


14 días despúes de la última aparición por estos lados, reaparezco y encarando un nuevo proyecto personal. Nada del otro mundo pero para empezar a entrar en ritno nuevametne con el estudio está bien, es algo que me gusta y es un tiempo para mi solita.
En estas dos semanas pase por una crisis emocional, la cual me hizo pasar por varios estados de ánimo. Para que lo comprendan mejor lo voy a explicar de la siguiente manera y por etapas:

1° etapa: Enojo, disgusto, colera, indignación, molestia, furia.

Esta etapa me parezco a los personajes de la película Locos de Ira. Comienzo como Adam Sandler, en donde reprimo toda mi furia y en un abrir y cerrar de ojos paso a ser como Nicholson, un loco psicópata que desata toda su ira.



2° etapa: Etapa Rambo – First Blood

Nunca había notado la similitud entre este personaje y yo, hasta ahora. Salvando las diferencias de la medalla de honor dada por el Congreso y lo de vagar por EE.UU. Los dos somos unos pobres atormentados por las vivencias pasadas, obvio las del pobre John fueron que lo cagaron a golpes y torturaron en Vietnan, las mias tres cesáreas, un divorcio, unos cuantos trabajos con mal paga o jefes explotadores, criar a dos hijas sola durante muchos años, el fallecimiento de una hija y al igual que John Rambo, cruzarnos con mucha gente de mierda. Pero diganme quien alguna vez no penso en salir a la calle con una M60 y hacer su propio día de furia.



3° etapa: Etapa Rocky Balboa

En esta etapa yo sería como Rocky, cuando llega reventado por Creed al decimocuarto asalto y agotado cae a la lona. Al igual que Rocky, la semana pasada me agoté y caí en la lona. Obviamente asi estemos hechos mierda nunca debemos quedarnos abajo, hay que levantarse y seguir peleando aunque, como Rocky, tengamos los ojos cerrados y no podamos vislumbrar la salida. Y si como a Balboa las circunstancias nos ganen por puntos siempre habrá alguien como Adrian que aparezca entre la gente, corra hacia nosotros y nos diga cuanto nos quiere.


Pero hasta que se me vuelvan a volar los pájaros me van a tener que aguantar.



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