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martes, 4 de septiembre de 2012

Pa... ¿Me lees un cuento?

Desde pequeños tanto Maty como yo fuimos gustosos por la lectura. Cada uno con su particular gusto, Maty la ciencia ficción y yo las novelas policiales. También hemos leído clásicos de la literatura infantil y juvenil, de los que guardamos muy buenos recuerdos y algún día trataremos de incentivar a nuestro hijo para que los lea. En estos momentos recuerdo a Heidi (Juana Spyri), Mujercitas, La vuelta al mundo en ochenta días (Julio Verne), Elige tu propia aventura de Editorial Atlántida, Sissi la emperatríz, Corazón, y muchísmas historietas como Tribilín, Condorito, El Pato Donald y sus sobrinos, Tío Rico, McPato, Patoruzú y las correrías de Isidoro Cañones, sin mencionar a los infatiles que creo lei a la mayoría. Cuando Germán cumplía sus 7 meses de vida le comprábamos su primer libro en la Feria del Libro de Buenos Aires y, a partir de allí, su biblioteca se fue agrandando, al igual que su gusto por la lectura. Hoy día el espacio dedicado a él en la biblioteca nos queda chico y tenemos que ampliarlo. Con el comienzo del jardín de niños su gusto por la lectura se hizo aún mayor. En esto tienen mucho que ver sus maestras que son lectoras voraces y transmiten todo su amor por los libros y la lectura a los pequeños y ávidos oyentes. El jardín también dedica un espacio para fomentar desde pequeños lo que es el cuidado de los libros, la responsabilidad para devolverlos en tiempo y forma, el intercambio de ideas y apreciaciones al finalizar la lectura grupal cuando cada lunes se abren las puertas de la biblioteca, donde una mamá bibliotecaria leerá o narrará alguna historia, cuento o poesía acorde a la edad del grupo. Al término de esto, cada niño elegirá un libro y le será completada la ficha. Pero por si todo lo anterior no fuera suficiente, hay una persona que todas la noches dedica un momento especial a la lectura: papá Maty. Cada noche cuando llega la hora de dormir Germán elige uno de sus libros y dice en vos alta: Pa ¿me lees un cuento? Todos los meses me hago una visita al sector infantil de algunas de las grandes librerías, me surto de 2 o 3 libros nuevos y de esta forma sigo ayudando a fomentar este hermoso hábito que es la lectura.




"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora". (Proverbio hindú) 

Imágen desde | 4to40.com

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