Ads 468x60px

viernes, 31 de agosto de 2012

No todo es lo que parece

¿Quién soy yo? La mujer y madre sonriente que ven en la puerta del colegio? La vecina amable que saluda siempre y abre la puerta a sus vecinos mayores? O la triste y apagada que se refugia en su casa y hay dias en los que no quiere salir? A veces me pregunto si será cierto eso de que pagamos en esta vida lo que hicimos en otra, porque si es asi debo haber sido una persona verdaderamente mala a juzgar por todo lo que me tocó vivir hasta ahora. Cada vez me sorprendo más al ver alguna de las películas de Batman de Christopher Nolan. Cuántas personas somos como este Bruce Wayne que se oculta detrás de una máscara y se convierte en alguien oscuro y sombrío. Y podrán reírse todo lo que quieran después de haber leído esto, pero aquel que escribió la historia es una persona, alguien de carne y hueso que transmite a su personaje mucho de si mismo o de aquellos que lo rodean. Y no me vengan con que esto no tiene que ver con la vida real porque en todas las películas los villanos son villanos por cosas que les pasaron en su vida. Y díganme, en la vida real ¿no es igual? ¿Acaso no decimos que los delincuentes son gente marginada o que sufrió hambre, abusos y vaya a saber cuantas cosas más? Vamos eh, que no todo es pura ficción o imaginación del director, escritor o guionista. A mis casi 40 años ya no tengo tiempo ni estado de tomar clases de criminología, artes marciales, cursos de cacería humana y técnicas de combate. Tampoco creo que me vería muy bien enfundada dentro de un traje de cuero negro (salvo para mi marido, claro, y dentro de estas 4 paredes que me rodean) pero, creo que tiene que haber algo que se pueda hacer contra tanta injusticia, al menos en nuestro entorno. Por empezar debemos aprender a no callarnos ante quien intente dañarnos. Aprender de los errores antes cometidos. Hacer uso del miedo que sintamos ante cualquier amenaza y nos valgamos de eso, no quedarnos congelados, sino usarlo a nuestro favor. Puedo notar que igualmente sin entrenamiento físico mi cuerpo y alma van a más allá del límite pensado, de lo que uno creía que podía soportar. Entonces ¿en qué me diferencio de un super héroe? ¿No somos todos superhéroes cada vez que nos levantamos de lo más hondo y oscuro en donde caímos.? Mientras miraba la escena en donde Batman era metido en ese hoyo del cual nadie había podido salir nunca, pensaba, ¿acaso no me sentí así el día que mi hija murió? ¿No me siento así hoy que perdí a otro que no llegaré a tener en mis brazos? Miren que he caído y sigo cayendo en hoyos pero... ¿Qué más hondo puedo caer después de algo así? El personaje intentaba e intentaba sin descanso salir y por más cuerdas a las que estaba atado no lograba llegar a la superficie y caía nuevamente. ¿De qué se valió el personaje para salir entonces? Pues nada más y nada menos, de lo mismo que hablé en el párrafo anterior: el miedo. Cuando intentó salir valiéndose de ese miedo por no tener ninguna atadura, lo logró. A ver, subiendo siempre ganamos, quedándonos abajo no tenemos nada por ganar, arriba en cambio tenemos esperanzas. Tenemos que poner en la balanza lo que nos ata al fondo por un lado y lo que nos espera en la superficie por el otro (amor, hijos, marido, familia). Vayamos siempre hacia arriba. A pesar de estar hecha polvo, me tengo que levantar y trepar para salir del hoyo para librar otra batalla, por más cansada que esté, aunque hoy me sienta atrapada entre esas dos personalidades. Me he cruzado con gente que me lastimo mucho y sinceramente les deseo lo mismo o le doble de lo que ellos me desearon o hicieron y no me importa si piensan de mi como una persona rencorosa o vengativa. Me tiene muy sin cuidado porque más me preocupa ¿con cuántos villanos más me toparé en la vida? Y tengo que estar preparada para darle batalla a lo que sea para poder cuidar y proteger a mi hijo.

0 comentarios: