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viernes, 3 de diciembre de 2010

3 de diciembre - Día del Médico

Se celebra hoy el Día del Médico que fué consagrado en 1933, al cumplirse el centenario del nacimiento del doctor Carlos Finlay (del 3 de diciembre de 1833), descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, comenzando una lucha efectiva contra esta enfermedad, la cual azotaba de manera mortal a los pobladores de distintas ciudades.


El 3 de diciembre de 1833 nace en Camagüey, el sabio médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, quien realizó el mayor descubrimiento científico de la medicina tropical: la transmisión de enfermedades por medio de un vector biológico (el mosquito), con lo que salvó a la humanidad del azote de la fiebre amarilla.


Por ello se le confirió la distinción de "Benefactor de la Humanidad". Es considerado uno de los microbiólogos más importantes de la historia universal de la Medicina. Para honrar su memoria, cada 3 de diciembre se celebra en Cuba el Día de la Medicina Latinoamericana.

En 1881 dio a conocer en la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington su teoría sobre el contagio de enfermedades, con la cual resolvió de manera admirable las pugnas y contradicciones entre los defensores del contagionismo y del anticontagionismo.

Allí se refirió a la existencia de una corriente demostrable científicamente, diferente, y basada en la transmisión de enfermedades de un individuo enfermo a otro sano por conducto de vectores biológicos.

Mediante la aplicación de esta teoría a la propagación de la fiebre amarilla, descubrió que el mosquito Aedes Aegypti era el único agente capaz de transmitirla.

Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas de la fiebre amarilla en los seres humanos, lo que no sólo le permitió comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, sino también iniciar el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infecto contagiosas.

Formuló las reglas básicas para la erradicación del mosquito, con lo que dio inicio al método sanitario-social conocido como lucha antivectorial que aún se practica.

Finlay fue un científico integral pues, a su trascendental obra en relación con la fiebre amarilla, unió su dedicación al estudio de otras dolencias como la lepra, las enfermedades de la visión, la malaria, el beriberi, la corea, la tuberculosis y el absceso hepático.

Tratan de ignorar al sabio, pero triunfa la verdad

No obstante, por más de 20 años los postulados del doctor Finlay fueron ignorados y solamente después de terminada la Guerra Hispano-Cubana fue que se volvieron a revisar sus trabajos de investigación y los exitosos experimentos que había realizado durante todos esos años.

A partir de los intentos de despojar a Finlay de su magno descubrimiento, se inició una batalla en todas las tribunas científicas mundiales que trataran sobre la Historia de la Medicina y la Medicina Tropical por restablecer la verdad y otorgarle los merecidos honores al gran científico.

Esa bandera la levantaron en un inicio sus colaboradores más cercanos, como Claudio Delgado Amestoy, Juan Guiteras Gener, Arístides Agramonte y los demás integrantes de la Escuela Cubana de Sanitaristas, creada por el maestro; y más adelante seguida por su hijo Carlos Eduardo Finlay Shine, los historiadores médicos Horacio Abascal, César Rodríguez Expósito, Saturnino Picaza y todos los científicos honestos de Cuba y del resto del mundo a medida que iban conociendo la verdad.

Fue en el XIV Congreso Internacional de Historia y Medicina, celebrado en Roma-Salerno en 1954 que se aprobó la moción:

"Sólo Carlos J. Finlay, de Cuba, es el único y sólo a él corresponde el descubrimiento del agente transmisor de la fiebre amarilla, y a la aplicación de su doctrina el saneamiento del trópico".

El 3 de julio de 1959, el gobierno Argentino, establece, por decreto esta fecha como el Día del Médico.

Desde│aloCubano
Archivo Cubano
Información de interés Fiebre amarilla

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