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jueves, 17 de abril de 2008

La salud es un negocio tan grande como la guerra.

Todos en algún momento tomamos algún remedio; o lo tomaremos. Los toman para dormir, para estar despiertos, para comer o para no tener hambre, para estar alegres, para sacar músculos, para la ansiedad, para las disfunciones sexuales, para el corazón, para la presión, etc., etc., etc.. En muchos casos será por un tiempo, en otros de por vida y por la vida.

En mi caso debo tomar remedios para aliviar los síntomas de la rinítis y los broncoespasmos. O sea, es un tratamiento que tengo que hacer de por vida.
La neumonóloga me recetó tres medicamentos, dos aerosoles de uso bronquial y unos comprimidos por vía oral.
Pero ete aquí que cuando mi marido fue por ellos a la farmacia, grande fue la sorpresa. Siempre vamos a unas de esas grandes cadenas farmaceúticas, esas que el nombre empieza con "F" porque allí tienen todo y de todo. Sin contar los dos alfajores que se compró para "Él" -les dije que tenían de todo- gastó en sólo tres remedios $ 214.- de no creer verdad. Uno solito costó $ 135.- ¿Qué está pasando acá? ¿Dónde quedaron los relevamientos que se hacían para controlar los valores de los remedios, producidos por los laboratorios nacionales e internacionales? ¿Qué pasó con los acuerdos que se hacían con los laboratorios? ¿Quiénes son estas personas para jugar con nuestra salud? Hay que terminar con este abuso corporativo en donde se ganan millones.

Se han notado que los envases más grandes, o sea, aquellos que la mayoría de los pacientes utiliza tienen un valor notablemente superior a los envases chicos.
Por ejemplo en un envase chico de XX remedio , la unidad vale $ 0,30 y en un envase grande vale $ 0,90. ¿Quién controla estos excesos de los laboratorios farmaceúticos con los medicamentos?

Lo que se sabe es que los más caros son los remedios oncológicos, para sida y los que son para tratamientos prolongados, claro está que no pueden dejar de tomarse y por eso especulan con el precio.
La salud es un negocio muy grande donde ganan los laboratorios, las farmacias, las obras sociales y las prepagas, y si usted no puede comprar la medicación engrosamos la lista con casa de sepelios y cementerios.
Tal vez debamos buscar una solución alternativa y dedicarnos al Feng Shui para conseguir energía saludable. Tener una plantación de hiervas curativas o practicar Aromaterapia, Fitoterapia, Reiki, Reflexología y cromoterapia.

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