Ads 468x60px

jueves, 13 de noviembre de 2008

Pecados Capitales: La Soberbia

Los orígenes de la enseñanza de la medicina que son tan antiguos como la civilización misma, nacieron igual que ella en la región de la Mesopotamia, en el Valle del Nilo, junto a las civilizaciones egipcia y sumeria posiblemente. Los médicos, desde la más remota antigüedad, han expresado deseos de superación en beneficio de sus pacientes y de la sociedad, se han organizado en instituciones tan antiguas como las establecidas en Grecia, cerca de los Templos de Asclepio. Es deseo era aprender la medicina y ejecutarla con dignidad... El cuidado de la salud de la población, el diagnóstico y tratamiento oportuno de los padecimientos y la rehabilitación o habilitación cuando son necesarias, constituyen los objetivos fundamentales de los futuros profesionales de la salud de hoy y de mañana, quienes tienen la obligación, la responsabilidad y el imperativo ético de ofrecer a la sociedad los frutos del conocimiento. actualizado, del constante y máximo desarrollo de sus habilidades y destrezas y de las mejores posibilidades que brindan los impresionantes avances tecnológicos. En este concepto enmarco los modernos postulados de prevención primaria, secundaria y terciaria, ligados respectivamente a la medicina preventiva, curativa o rehabilitación, para evitar las enfermedades, impedir las secuelas por medio de la atención oportuna, e incorporar a la saciedad a individuos en que se hicieron presentes limitaciones orgánicas o funcionales... Creo que el mensaje al Residente del siglo XXI es que: Servir al prójimo, al sano o al que sufre, es un acto de amor. Significa que nosotros los médicos debemos darnos con verdadera caridad y humildad y no por simple compasión. Teniendo presente que la caridad y la humildad cunado son auténticas se oponen a la soberbia que hace a los hombres insensibles al sufrimiento ajeno. El hombre sólo se realiza en la medida en que sabe imponerse exigencias así mismo. Aceptar exigencias es una cuestión de moral y por lo tanto un problema de conciencia y de voluntad. Y la moral es sólo posible para aquellos que tienen valores elevados y que saben distinguir el bien del mal.

Revista Nuestro Hospital - Año 1 - N° 1 - 1997
La Residencia Hospitalaria, Pasado, Presente y Futuro. Dr. Oscar L. Aguilar Director Ejecutivo del Consejo de Certificación de Profesionales Médicos Discurso pronunciado en las 3° Jornadas Franco Argentinas de Medicina Y Cirugía, Hospital Francés, 7 al 13 de Septiembre de 1995

Según el diccionario de la Real Academia Española - Vigésima segunda edición -
médico1, ca.
(Del lat. medĭcus).
1. adj. Perteneciente o relativo a la medicina.
2. m. y f. Persona legalmente autorizada para profesar y ejercer la medicina.
residente.
1. m. y f. médico que, para su especialización, y de acuerdo con ciertas reglamentaciones, presta sus servicios con exclusividad en un centro hospitalario.

La Soberbia, Madre de todos los vicios

La soberbia es el mayor de los pecados capitales. Según la teología cristiana, el hombre fue expulsado del paraíso por este pecado, por creer tener más poder que su Dios.

Hoy en día podemos ver en casi todas las profesiones, jóvenes que han elegido una carrera en post de su bienestar económico y posición social siguiendo los pasos de los gurúes mediáticos del momentos (Llermanos, Cúneo Libarona o Burlando). Así es como también muchas jóvenes de hoy eligen la carrera de docente ya que es corta y se goza de largas vacaciones, al tiempo que escuchamos casos en donde una maestra impartió "castigos ejemplares" a sus alumnos.
Esto sucede por la evidente falta de compromiso o porque prima lo económico por sobre la vocación.
¿Y los médicos? ¿Qué puedo decir de ellos?

Cuando se tienen hijos, y más aún cuando son pequeños como Germán (13 meses), uno concurre a muchas guardias. Ya sea por fiebre, diarreas, vómitos, problemas bronquiales, en fin, cosas que cualquier chico puede sufrir.
El sábado 1 de noviembre Germán amanece con vómitos que para el mediodía habían cedido dando paso a una diarrea explosiva bastante importante. El primer diagnóstico lo dio mi cuñada, que es pediatra y neonatóloga. Es una gastroenteritis. Lo indicado fue dieta y ofrecerle a Germán mucho líquido para evitar la deshidratación.
Como el lunes no había mejoría fuimos por la guardia de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. Llegado nuestro turno le comentamos a la doctora que nos atendió desde cuando estaba con ese cuadro y que no aceptaba ningún líquido desde hacía dos días, sólo unos pocos mililitros de leche. Lo pesaron y en esos tres días había perdido peso. Le revisaron la panza, diagnosticaron gastroenteritis también y le dieron unas gotas de Reliveran. Resumiendo, había perdido peso, estaba con diarreas importantes, no aceptaba líquidos y había empezado a deshidratarse, así y todo me dijeron que esto era normal y que fuéramos a casa. Dos días después no había mejoría alguna, incluso habían vuelto los vómitos, entonces llamé a la pediatra de cabecera de Germán quien me pidió verlo esa misma tarde. Lo llevé a su consultorio y después de revisarlo inmediatamente redactó una carta y nos envió urgente a la guardia de la maternidad para que lo rehidratasen urgente.
Una vez que nos atendieron volvieron a pesar a Germán y había perdido más peso aún, su boca ya estaba pastosa y lloraba sin lágrimas. Le colocaron un suero y nos dejaron en un box como esperando que al terminar el líquido nos fuéramos a casa. Transcurrió toda la noche y, como Germán no mejoraba decidieron internarlo, pero otra vez se lavaron las manos y con una sutil frase "no tenemos cama" nos quisieron patear a cualquier sanatorio u hospital.
Como padres estábamos indignadísimos.
Para las tres y media de la tarde nos vienen a "ofertar", si así como les digo "ofertar" una cama en el Hospital Británico. Nosotros estábamos abatidos, cansados y encima nos pesaba la culpa de estar negociando con estos beduinos de la medicina, la salud de nuestro hijo.
Pensando que era una buena opción aceptamos el traslado a este nosocomio.

Instalados aquí nos enfrentamos a un grupete de médicos residentes que destilaban pura soberbia por sus poros y desde un principio fuimos tratados con hipocresía. Cada uno venía y decía y actuaba como le parecía. Llegamos a tener un diagnóstico de quedar en observación un tiempo más - tengan en cuenta que Germán aún tenía puesta la vía - y a los diez minutos otro nos había dado el alta. Ojo, nos enteramos porque al no traernos el almuerzo de Germán le pregunté al camarero que pasaba por ahí y éste me dijo que nos tenía tachados de la lista, que estábamos de alta y la mucama que estaba presente nos dijo que ella no había limpiado nuestra habitación por el mismo motivo. O sea, mientras uno nos dijo que primero había que sacarle el suero y ver si toleraba los alimentos y la medicación por boca, otro firmaba el alta. Y los muy caraduras lo negaron en nuestras caras. Aquellos que me conocen saben que no soy de las personas que se callan algo y menos aún cuando se trata de uno de mis hijos o mi marido y/o cuando te están tomando por "boludo", como en este caso. Así que imagínense la pelotera que se armó en esa habitación.

A estos "doctores = médicos residentes" les digo que en cualquier profesión pero más aún en la suya no se cura a nadie con la soberbia. La soberbia es mala consejera. Además ésta también tiene hijas, lavanagloria, la jactansia, la altanería, la ambición, la hipocresía, la presunción, y la lista sigue. Se vanagloriaron y jactaron de su conocimiento e hicieron uso de eso para engañarnos y mentirnos con respecto al tratamiento que dieron.
Nos trataron con altanería y tono despreciativo y mirándonos con aire desdeñoso. Desde que llegamos par ellos el caso de Germán era y fue insignificante. Todos queremos creer que después de 6 años -los más lúcidos- de cursar la carrera de medicina saben cuales son los riesgos de no tratar a tiempo un cuadro como este. Para el que no lo sabe la diarrea puede causar deshidratación y si es severa puede causar la muerte. Además si se repite varias veces es causa de desnutrición, lo que disminuye la calidad de vida en el futuro.
Se dejaron engañar por su amor propio, se persuadieron a ellos mismos para ver si eran capaces de efectuar mejor que cualquier otro de sus colegas un tratamiento y así llegamos a contar entre médicos y enfermeras, cinco personas que en media hora entraron a nuestra habitación y cambiaron el plan (suero) de Germán, cada uno a su manera.

House es una serie médica que trata de un doctor soberbio, grosero, malhumorado y poco ortodoxo. Los comentarios mordaces e irónicos son una de las cosas que más atraen de la serie que a mí en particular me encanta. Pero francamente no podría tratar con un médico así por más eminencia que sea

El remedio radical contra la soberbia es la humildad y deberían tomarse 2 gotas por kg. de peso antes de comenzar la jornada de trabajo. La humildad, es la virtud que da el conocimiento de sí mismos, de las limitaciones, las debilidades y las capacidades para tratar con prudencia y obrar con respetuosidad a todo ser viviente.

Pero, ¿Cómo evitar caer en la soberbia? Tan sencillo como ser realista.
Pero ni los médicos/as de la guardia de la Maternidad Suizo Argentina que nos atendieron el lunes 3 ni los que lo trataron en el Británico fueron realistas con el cuadro que presentaba nuestro hijo. Para ellos todo es normal. Estando el jueves en la guardia vimos padres que volvieron por ahí habiéndo sido atendidos antes con un "es todo normal" pero no todas las circunstancias son normales. En muchos casos, como el nuestro, si hubiesen sido tratados con la terapia que correspondía en un principio se podría haber evitado la internación. Pero su propia soberbia no les permite ver más allá de sus narices.
Podría dejar de lado lo económico, pero no lo voy a hacer, ya que la cuota que pagamos no es una suma par nada irrisoria y además llevan aumentándonos un 50% en lo que va del año y para fin del mismo aumentan un 10 % más. Por lo cual nos deberían brindar un servicio más que acorde a los exagerados precios que se abonan.

Otra cosa es que, parece que nuestro hijo no es digno de ocupar una cama en sanatorios como la Maternidad Suizo Argentina o Los Arcos. No, claro que no, porque nunca hay cama. Pero que casualidad, siempre tienen cama para los artistas, modelitos del momento y butbolistas, que en cierta oportunidad hasta un piso completo han tenido.
Yo me pregunto ¿Qué pasa Sr. Director de SMG Claudio F. Belocopitt? ¿Qué pasa Sr. Stern? Usted que tiene tanto título y trayectoria en la salud pública. Recuerden que su negocio es la salud, la salud de los afiliados. Porrque ustedes viven gracias a la cuota que nosotros abonamos, no gracias a esos personajes. Y también recuerden que hay un dicho que reza: "No muerdas la mano de quien te da de comer"


Volver atrás

0 comentarios: