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jueves, 15 de noviembre de 2012

El sol siempre está... aunque no lo veamos.

Más o menos así empezaba una canción que me enseñaron de chica y es realmente cierto.

Se acerca el verano y los días en donde sentimos al sol más fuerte. Nos empezamos a preocupar por sacar del fondo del ropero los gorros con visera, chequear si los protectores solares que quedaron del pasado año aún sirven, si no se cumplió su fecha de vencimiento. Tenemos la creencia que solo en verano el sol es malo, que debemos preocuparnos por los rayos UV y los filtros solares de los protectores, pero no, no es así, ejemplo es el día de hoy, un hermoso día de primavera en donde después de consultar el Servicio Meteorológico Nacional pude saber que tenemos para este día entre una ISUVn ( intensidad solar ultravioleta: mínimo valor esperado en el mediodía solar) de 8, que es alto y una USUV de 10 (muy alto) correspondiente al mediodía solar de la fecha.



El sol es la fuente de energía que necesitamos todos los seres vivos para existir y crecer en el planeta Tierra. Es el astro rey que hasta su propia celebración supo tener en época de los Incas, Inti Raymi.
En los meses fríos del año, buscamos los espacios donde sus rayos nos protejan del malvado frío y en los cálidos también, pero en plan de lagartos aceitados y embadurnados y asándonos a fuego lento para lograr el mejor de los colores caribeños. Cuántas veces habremos escuchado a alguna abuela decir que “el sol es bueno para los huesos mijijta”. Y si señoras y señores, de tantas cosas que nos dicen las abuelas, esta es cierta. El sol proporciona la vitamina D que nos ayuda a absorber el calcio para tener huesos fuertes y sanos. Está comprobado que en los países nórdicos o con acortamiento del día las personas sufren de depresión y hay mayor cantidad de suicidios con respecto a los tropicales, caribeños y mediterráneos. En otros tiempos, a los enfermos de tuberculosis, se les hacía tomar baños de sol.
Los baños de sol moderados, y en los meses del año no tan calurosos, también son beneficiosos para el tratamiento de acné, soriasis, forúnculos y abscesos. También son buenos para algunas enfermedades del aparato locomotor y del sistema nervioso, cierto tipo de anemias y reconstruye el sistema inmunológico. Reduce la presión arterial y aumenta el contenido de oxígeno en la sangre. El sol favorece la irrigación sanguínea y la regulación hormonal. De igual manera que en el verano, en otras épocas del año se debe respetar los horarios de exposición,la hidratación y usar protectores solares.

Helioterapia
En la foto de la izquierda podemos ver niños con tuberculosis durante una sesión de helioterapia en un sanatorio de los Alpes suizos (Valle de Echo, mayo 1923). A la derecha sanatorio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios Viña del Mar para niños lisiados y tuberculosos (Viña del Mar, Chile, 1929)

Pero.... no todo lo que brilla es oro.

La luz solar irradia rayos ultravioletas (UV) que son los que nos pueden dar un hermoso bronceado o unos horribles y dolorosas quemaduras. La melanina es una sustancia química que se encuentra en la piel de las personas, esta es la primer barrera de defensa contra el sol. La cantidad y color de melanina es la que provoca las diferentes tonalidades de piel. O sea, una persona con piel clara tiene menos melanina para protegerse de los rayos UV. En cambio aquella que tiene la piel más oscura, más melanina para proteger tendrá. Así que a no confiarse si tenemos la piel oscura porque debemos protegernos de igual manera. También se debe tener especial cuidado si se tienen lunares, pecas o antecedentes familiares de cáncer de piel. Sabemos bien que la intensidad de los rayos UV dependerá de la estación del año en la que nos encontremos y la ubicación ubicación geográfica donde nos encontramos. Los rayos UVA son los que nos envejecen la piel y los que pueden ocasionar el cáncer de piel. Las camas solares desprenden este tipo de rayos. Los rayos UVB son muy peligrosos y son los que  contribuyen a contraer cáncer de piel en su forma más agresiva, el melanoma. La mayoría de estos rayos son absorbidos por la capa de ozono, pero la poca cantidad que la atraviesa pueden producir graves lesiones. Los rayos UVC son peligrosisimos pero por suerte no transpasan la capa de ozono y no llegan a la Tierra.


También se precisa una protección extra cerca del Ecuador, donde las radiaciones solares, al incidir más perpendicularmente, son más fuertes, y en las grandes altitudes, donde la capa de aire y nubes es más fina, lo que permite que atraviesen la atmósfera más rayos UV nocivos. De modo que, aunque sea invierno, si va con su familia a esquiar a la montaña, asegúrese de ponerse abundante crema de protección solar; los rayos UV se reflejan tanto en la nieve como en el agua, lo que incrementa las probabilidades de quemaduras solares.

Imágenes desde:
Diarios regionales - Reportajes Mercurio de Valparaíso - Sanatorio marítimo. Entre la caridad y el miedo.
Diario Médico - La helioterapia y el aceite de hígado de bacalao. Historia de la rehabilitación: La tuberculosis hacia 1930 en fotografías.
Archivo personal. Primer imágen.

Info desde:
Salud - Beneficios del sol para la salud.
Runner´s - Aprovecha los beneficios del sol.

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