Salut mi gente querida.
Bienvenidos a la clase nro. 2
"Le véritable Amphitryón est l`Amphitryon où l`on dine...", que podría traducirse como: "El verdadero Anfitrión, es el que invita a cenar".
¿De dónde viene la palabra anfitrión?
Según el diccionario de la Real Academia Española, define anfitrión como: 1. Persona o entidad que recibe en su país o en su sede habitual a invitados o visitantes. 2. Persona que tiene invitados a su mesa o a su casa.
Anfitrión fue el Rey de Tirinto, y cuenta la leyenda que Zeus sedujo a su esposa Alcmena, aprovechando que éste se encontraba en el campo de batalla, tomando la forma de Anfitrión; de esta relación nació Heracles (también llamado Hércules).
Pero nosotras no somos Alcmena, nuestro marido no es el Rey de Tirinto y mucho menos Zeus, y nuestros hijos distan mucho de ser algún Dios del Olimpo, salvo por los caprichos.
El Anfitrión perfecto
El anfitrión perfecto deberá cumplir con las reglas de cortesía de recibir, presentar, iniciar una conversación, ofrecer bebidas, recibir y acomodar los abrigos y despedir a los invitados. Cocinar como los dioses y haber llenado las barrigas de sus invitados. Amenizar las conversaciones que se suben de tono, sepan que en toda reunión nunca faltan: los que pelean por fútbol, las que pelean por un tipo –que encima no vale ni dos mangos-, el o la borracho/a que empieza a boquear y la pareja de ex que sacan los trapitos al sol.
Las invitaciones.
En la primer clase hablamos del cómo realizar las invitaciones, ahora hablaremos de a quién invitar. Primeramente debemos tener en cuenta que tanto se soportan aquellos a quienes tenemos pensado invitar. Tratemos de no invitar a una pareja recién divorciada, salvo que querramos darle una nota de color a la velada. Tampoco invitaremos a amigo que sea judío ortodoxo y a otro que sea talibán o su casa se convertirá en Tierra Santa.
A tener en cuenta el número de invitados, ya habíamos hablado de esto en la primer clase. Ahora si se te fue la mano en la cantidad, y bueno, habrá que buscar una solución. Una sería sentar a los invitados como brochetes (hombre-mujer) así conseguiríamos poner a dos personas en un asiento y de esta manera no sólo solucionamos el tema del espacio sino también el de la calefacción.
También cabe la posibilidad de poner otra mesa, pero es menos divertida que la anterior opción. Mi papá siempre cuenta que cuando estaba noviando con mi mamá lo mandaban a la mesa de los chicos. Por si no se dieron cuenta de la sútil indirecta de la anterior anécdota, les digo que a la mesa anexada van los jóvenes, los insoportables o a alguien que tengas ganas de joder. Esto último era lo que pasaba con mi papá, la tía de mi vieja era una hija de puta mal llevada, digan que mi padre siempre fue un caballero.
El anfitrión y la manera de presentar
Cuando presentemos un invitado a otro, lo haremos diciendo nombre y apellido y podemos agregar algún que otro datito, para que los invitados sepan de que hablar entre ellos. Por ejemplo algo simple como:
-Conchita te presento a Margarita Clelia Losada del Campo Torres, sabés Marga se separó de Tincho porque la engaño con Teresita, aquella rubia tetona que está junto a la ventana. Esa perra era la mejor amiga de Marga. Con unos simples comentarios como estos ya nos podemos dedicar a otro invitado y dejar a Conchita escuchando a Marga como destripa verbalmente a la frígida de Tere y al impotente de Tincho.
Con respecto a la presentación también debemos saber que si estamos sentados y nos vienen a presentar a alguien y ese alguien es una mujer mayor de edad tendrán que levantar el culito y ceder el asiento.
El coloquio
Cuando se mantiene una conversación se debe prestar atención al interlocutor, así que traten de esquivar a quien les rompa las pelotas porque siempre habla de lo mismo, pero no solamente eso, siempre son pálidas o bombazos contra alguno de los invitados. Un buen ejemplo es la solterona amargada, que no luce ni una gota de pintura siquiera para suavizar el gesto de rigor mortis que lleva por sonrisa – sarcástico por cierto-, piensa que un coiffure es una especie de confitura y con respecto a la moda se quedó en los años setenta. Su tema preferido, la mujer de alguno de las invitados. Para la vieja amargada esta mujer es una trepadora que le robó el hombre –marido de la trepadora- que ella amaba. El dato interesante, el tipo jamás supo que ella estaba loca por él, que era la que le dejaba las cartas perfumadas entre las hojas del libro de historia en el secundario, que fue capaz de acostarse hasta con el personal de maestranza con tal de conseguir un puesto en la misma empresa que él, que estudío de maestra para darle clases particulares a sus hijos, acechando y esperando el momento justo para ocupar el lugar de la mujer de la casa. Para sacársela de encima a los invitados, mandala a la cocina que te ayude a servir, laburando no va a tener oportunidad de martirizar a nadie.
Importantísimo, recordar detalles de la vida de nuestros invitados, no sea cosa le preguntemos a Clemente por la salud de su madre y esta falleció hace un mes, a Luis qué tal camina su nuevo auto, cuando el mismo día que lo sacó de la agencia dando vuelta la esquina, se topó con un camión recolector de residuos al que le fallaron los frenos –debería ser suficiete advertencia para no hablar de este tema el hermoso collar ortopédico que Luicito luce- y no preguntemos a Estela que tal la vida de casada, cuando a un mes de estarlo encontró en su propia cama al marido con un tal Mauricio. Estemos atentos che, no seamos chambones, además ¿cuándo se no escapó un chisme?
También debemos estar alertas ante posibles conflictos entre invitados. Ante el menor indicio de pelea saque los guantes de box y no pierda la ocasión, si sos inteligente matarás dos pájaros de un tiro, brindar un espectáculo deportivo y algunos pesitos para cubrir los gastos de la comida.
Repaso para ser un buen anfitrión
Repasemos algunos puntos a tener en cuenta y de los que no debemos olvidarnos.
-Recibir y despedir a los invitados
Antes de cerrar la puerta detrás suyo, cerciórese que no haya quedado alguno tirado dentro con más alcohol que sangre en las venas
-Tener dotes de sparring ante discusiones de invitados que se les fue la mano con el trago
-Cuando del tiempo de conversación se trate, deberemos tener piel de cordero, lengua de víbora, ser una zorra –me refiero a la astucia, mal pensados- las garras de una marmota –tratemos que sólo sean estas- y la agilidad y rapidez de una gacela.
-Elegir correctamente el menú, teniendo en cuenta la época del año que se está transitando y si contamos con algún invitado con dieta especial. Por ejemplo: si es verano, no agasajaremos a nuestros amigos con una feijoada, porque entre el calor y los vapores provocados por los frijoles negros será un sufrimiento.
-Recuerden el orden y limpieza de la casa. Yo se que en épocas de lluvias uno anda colgando ropa por todos lado. Revisar de no tener colgados sostenes de los picaportes, calzones del duchador y remeras por los respaldos de las sillas. Recuerda revisar debajo de los muebles, ¿quién no pateo alguna vez un par de zapatillas cuando alguno de nuestros parientes cayó por sorpresa?, con más razón si son las zapatillas de alguno de nuestros hijos adolescentes. Tranquilo en aquella ocasión hiciste lo correcto, pero en esta, hay que tener mucho cuidado. No querrás que tus invitados vean flameando de alguna perilla tu lencería erótica o los accesorios de cuero para los momentos de diversión.
-¡IMPORTANTÍSIMO! No olvidar de poner el papel higiénico (vaaaaariooossss rollos), toallas limpias y con este asunto de la gripe, alcohol en gel. Te recomiendo que al igual que en los edificios públicos tienen atados los bolígrafos para que la gente no se los lleve, tu hagas lo mismo con el alcohol, en estos tiempos es como la sal en la antigua Roma.
-Echale llave a todas las habitaciones, nunca falta el que se mete a husmear apelando a la vieja excusa: “buscaba el baño” y en sus manos porta una mini cámara espía que transmite en directo a la web.
-Por último, deberás tener cuidado con los ruidos molestos que puedan ocasionar roses con algunos de tus vecinos. Pero esto poco nos importa, menos cuando se trata de joder bien al vecinito Heavy metal y su seudo banda de rock o a la parejita hippie que vive en el piso debajo y nos invade nuestro espacio con el humo de sus fumatas.
Bueno amigos, esto ha sido todo por hoy y nos vemos en la próxima clase.
¡à bientôt!
Imágenes:
educima.com
schoolplaten.com
The Phoenix
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